Cuando en 1998 al juez chileno Juan Guzmán se le asignaron los primeros casos penales contra el ex dictador del país, el general Augusto Pinochet, nadie esperaba mucho. Guzmán había apoyado el golpe de 1973 de Pinochet contra el presidente elegido democráticamente, Salvador Allende, y había trabajado como juez durante la dictadura de Pinochet. Los cineastas rastrean el descenso de Guzmán a lo que él llama "el abismo", donde descubre el pasado, incluido su propio papel en la tragedia.