Un veterano jugador que entrena a un equipo de hockey sobre hielo (Newman) ve cómo las derrotas se suceden hasta que decide aplicar la más brutal de las tácticas: aconseja a sus jugadores que jueguen como verdaderos animales durante los partidos, sin importar si la violencia que emplean es o no legal. Divertida y muy bien interpretada, fue duramente criticada en su estreno por su violento -y extremadamente liberal- mensaje.