Un viaje de duelo familiar a la finca se convierte en una revelación para Pedro de 15 años. Mientras hace parte de rituales de masculinidad tóxica en un ambiente inestable y narcotizado, se acerca a Margarita, una de las empleadas de la finca. A través de ella, Pedro se hace consciente de la decadencia de su familia, cuestionándose si desafiar los valores familiares o seguir siendo parte de la manada.