La compañía de Richard Sharpe es enviada a España para destruir un puente sobre el río Tajo. Pero lo que en un principio no es más que una simple demostración de fuerza se convierte en una ignominiosa derrota cuando la caballería de Napoleón aparece en el campo de batalla. Sharpe no está dispuesto a olvidar esta ofrenta y la campaña de Talavera en 1809, le brindará la oportunidad de vengar su honor.