Por la silla de peluquera de Claire pasan muchas personas y, a veces, sus tijeras cortan algo más que el pelo, permitiéndole llevarse a su solitaria casa un souvenir único con el que ampliar su peculiar colección. Pero el día en que Olivia, una de sus clientas habituales, le pide que haga un peinado especial para su boda, su secreto estilo de vida amenaza con salir a la luz.