Farid, de cuarenta años, vive con su madre. Es muy vulnerable y huye de la soledad, pero al mismo tiempo se esfuerza por demostrar su independencia y ayudar a su madre. Sin embargo, la repentina muerte de esta última le sume en la frustración. Para escapar de esta situación, se aferra a todo aquel que encuentra fuera de su casa para hacer soportable la soledad que sufre, pero no sabe cómo comunicarse y las cosas van a peor.