La batalla de la familia mediática por la herencia de Rocío Jurado se alarga durante tres largos años. Mientras Rocío Carrasco vive uno de sus momentos personales más duros, se siente cada vez más sola y sobre todo decepcionada con la actitud que su familia toma para con ella. Rocío Carrasco siente que sus tíos han traicionado la memoria de su madre y por eso se produce su primer gran enfrentamiento. Además, Rocío descubre que es heredera de un pozo que pertenecía a Pedro Carrasco y cuya existencia su tía Gloria le había ocultado. La venta de este pozo deja sin agua la finca que Rocío Jurado lega a sus hermanos, lo que termina por dinamitar ya la maltrecha relación familiar.