Cuenta la profecia que, en cada generación, nace un elegido destinado a comvertirse en el defensor del mundo contra las fuerzas del mal. Por desgracia para el mundo, en esta generación, la responsabilidad de tan dura tarea ha caido sobre Loui. Un aprendiz de hechicero, mujeriego, borrachin, perezoso y muy amigo de las peleas. Su ansia por convertirse en un aventurero le llevará a unirse a tres compañeras de viaje de lo más variopintas. Una es una exmercenaria, la otra es una sacerdotisa del dios de la guerra (que para colmo ha recibido la sagrada misión de servir a Loui como su heroe, por designio de su dios), la tercera en discordia es una ladronzuela, cuyo unico objetivo es la acumulación de grandes riquezas.