Marcello Rossi recibe una carta de su madre, Mimi, en la que anuncia que les hará un visita pronto. Han pasado muchos años desde la última vez que Rossi vio a su madre y el recuerdo que guarda de ella no es muy agradable, por lo que no parece contento con la visita. Sin embargo, Edda y Anselmo, a quienes en un primer momento no les agrada la visita, se muestran entusiasmados cuando se enteran de que Mimi trae un tesoro para Anselmo.