Otro paso de la evolución (el último), hace 35 mil años, el hombre de Neanderthal desaparece para dejar paso a nuestro más directo antepasado: el hombre de Cromagnon. Sus hábiles manos hacen milagros con la piedra y la madera: tiendas, vestidos, armas. También habla un lenguaje que incluso hoy podríamos entender y deja en rocas y cavernas auténticas obras de arte.