Francis, el hermano de Manuel que se fue a hacer las Américas, invita a toda la familia Navarro a su exclusivo club de golf para celebrar el ochenta y cinco cumpleaños de la abuela. Con la excusa de no disgustar al pijo de su hermano, que no sabe nada de su separación, Manuel le pide a Concha que acuda con él a la celebración y haga un poco el ‘paripé’. Concha accede con una condición: que Manuel le firme de una vez los papeles del divorcio. Harto de que el vago de Santi sablee a su padre un día sí y otro también, Lolo se planta: si el niñato quiere dinero, que arrime el hombro y trabaje con ellos en la pastelería. Cuando parece que a Santi no le va a quedar más remedio que pasar por el aro, el Borrascas le ofrece una salida mucho más atractiva: ¡Ibiza! Harta de ganarse la vida paseando perros y recogiendo cacas, Eva se encuentra en el club de golf con una inesperada oportunidad laboral: una clienta de Gorka necesita alguien de su perfil... sólo que un poco menos torpe.